Hellraiser: Kendell Geers

Resumen

Geers maltrata y transforma el lenguaje, consciente de su ambivalencia y propiedades para manipular al público.

Toda la selección de piezas se basa en el humor negro y la obscenidad; muestra la clara predilección del artista por un uso amargo de la blasfemia y una provocación sonriente y cáustica. El propio lenguaje, como componente esencial en la obra de Geers, tiene una doble cara: las frases enigmáticas que aparecen en sus dibujos o pintadas en las paredes esconden palabras y conceptos estándar que muchas veces han sido “robados” de los discursos artísticos o políticos. Geers maltrata y transforma el lenguaje, consciente de su ambivalencia y propiedades para manipular al público. Frente a las obras, el espectador no tiene más remedio que enfrentarse a su propia adhesión a este guión fantasmagórico ya su nivel de implicación y disfrute.

Vistas de instalación