Inauguración: Jueves 7 de agosto, 19 h
Una obra que nunca se exhibió y solo se conoció por una fotografía revolucionó el arte del siglo XX. Aquel mingitorio “firmado” por Duchamp –del que hoy existen múltiples versiones– no solo desarmó el aura benjaminiana, sino que alteró para siempre los conceptos de autoría, original, autenticidad, reproducción y copia.
Desde entonces, muchos artistas se han liberado del mandato de lo único y lo irrepetible, y se abrió así un campo donde la copia adquiere un estatuto político. Ya no se trata solo de repetir, sino de intervenir, reapropiar, transformar. El múltiple se vuelve discurso, gesto crítico, forma de circulación.
La copia infiel reúne obras que tensionan los bordes entre original y réplica, entre autoría y apropiación. Algunas son reconstrucciones fieles; otras, versiones desviadas. Algunas copias han sido consagradas como originales. A veces, copiar también es una estrategia práctica: una manera de hacer visibles piezas que no pueden trasladarse, asegurarse o exhibirse.
En un tiempo marcado por la incertidumbre acerca de la verdad inherente a una obra de arte, La copia infiel retoma diferentes caminos con que los artistas debaten y se preguntan acerca del arte y la potencia emancipatoria de las imágenes.
