Te mando un colega : María Cañas, Begoña Muñoz & Avelino Sala

Te mando un colega es una expresión comúnmente utilizada cuando, haciendo uso de la confianza ente dos amigos, se envía al hogar del segundo una tercera persona avalada por el primero.

Te mando un colega propone una relectura desde el arte contemporáneo de la presentación audiovisual del hecho cotidiano a partir de una de sus manifestaciones más extremas: el reality show. Te mando un colega dispone el terreno ideal para que se produzca una situación semejante a las que plantean los formatos televisivos de telerrealidad, esto es: la convivencia forzosa entre desconocidos. Puesto que la idea que vehicula Te mando un colega es, pues, la de la reflexión sobre la telerrealidad, o lo que es lo mismo, sobre los formatos televisivos que representan la cotidianeidad, todas las estrategias de incentivación de la realidad son posibles y lícitas.

Pero Te mando un colega no sólo aborda estas cuestiones relativas a la sintaxis audiviosual, sino que también baraja conceptos puramente emocionales como la hospitalidad, la simulación, la confianza o el agradecimiento..., y en definitiva: el apasionante espectáculo de las relaciones humanas. Te mando un colega es un proyecto totalmente orgánico e imprevisible; el resultado del vídeo es totalmente ignoto, ya que depende de factores humanos como, por ejemplo, el feeling que se establezca ente visitante/artista y anfitrion/comisario.

Te mando un colega es una experiencia muy elocuente en cuanto al funcionamiento mismo de las estructuras del arte contemporáneo. Cada uno de los participantes juega su papel a cabalidad: el comisario como seleccionador de un artista y un espacio de exhibición, y el artista haciendo su trabajo, el de darle forma videográfica a la experiencia.

Por eso, Te mando un colega es también una metáfora de la volcación personal a la que parecemos abocados los que nos dedicamos al arte contemporáneo, una volcación donde muchas veces la línea divisoria entre la vida profesional y la personal se esfuma.

El resultado: los videos

·Down with reality
Estancia en Barcelona – María Cañas en casa de Mery Cuesta

La artista María Cañas reflexiona sobre el propio formato de reality y su historia, así como las mutaciones del formato que se están produciendo en Internet. A través de un fiero y fragmentado combinado de material de archivo que caracteriza su trabajo, María reinventa la vida de Mery en clave áspera y oscura.

·El blues del dinero
Estancia en Sevilla– Begoña Muñoz en casa de Iván de la torre

En concordancia con su faceta de cantante electropop, Begoña Muñoz opta por realizar un videoclip aporvechando la ocasión de convivir con un desconocido 6 días. Begoña escarba en los escenarios de la vida real de un Iván de la Torre que actúa como un personaje de ficción, una especie de señorito andaluz vividor.

·Diario de un artista
Estancia en Bilbao – Avelino Sala en casa de Aimar Arriola

A Avelino Sala se le ocurre pactar con Aimar Arriola una ficción que tiene como modelo los programas de cámara oculta al estilo “Diario de...” o los reportajes sensacionalistas presentados por Mercedes Milá. Avelino aprovecha al máximo los recursos audiovisuales propios de estos productos para hilar una especie de thriller, con una trama delirante que haría temblar los cimientos del art bussiness.